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Nº 18 - Enero 2007
[ISSN 1886-2713]
Música  

:::Saltos, vueltas y mudanzas:::

Tambor, chácaras y bucio

El relato de la expedición ítalo-portuguesa de 1341, de forma concisa pero significativa, nos brinda la primera descripción a propósito del gusto musical de los antiguos isleños: «[...] cantan dulcemente y bailan casi a la manera francesa» (Recco 1341: 124). En concreto, la referencia fue obtenida en la isla de Canaria, donde otras fuentes etnohistóricas sitúan algunas semblanzas un poco más concretas.

Por ejemplo, Abreu Galindo (ca. 1590, II, 3) apunta que «Tenían casas donde sejuntaban â baylar, y cantar. Su bayle era menudíco, y agudo, el mesmo que oy llaman Canarío. Sus Cantares eran dolorosos, y trístes, ô amorosos, ô funestos, alos quales llamamos endechas». Una reseña similar a la que figura en la obra de Pedro Gómez Escudero (ca. 1484), acaso añadida con posterioridad por Marín de Cubas:

En las casas de juegos iban los Reies [de Canaria] i acistían a los vailes que los hacían con varas pintadas de dragos i zapateados i cabriolas, que eran diestrísimos. Cantaban canciones sentidas i lastimeras, i repetían una cosa muchas ueses a modo de estriuillo, i esto usaban mejor los Gomeros porque oiendo cantar solían enterneserse y llorar si la cosa era trájica o lastimera (Morales Padrón 1993: 435).

En términos parecidos se expresó también Torriani (1590, LIX) sobre esa característica de los aires musicales en La Gomera:

Eran sumamente amigos de la soledad, como refiere Petrarca en el libro De Vita solitaria, y, por consiguiente, eran muy melancólicos. Cantaban versos de lamentación, de ocho, nueve y diez sílabas, y con tanta tristeza, que lloraban ellos mismos, como se ve que todavía lo hacen hoy día los que descienden de los últimos habitantes (Cioranescu 1978: 201).

Pero también de los herreños se ofrece una imagen casi idéntica en las crónicas de la conquista grancanaria (en cualquiera de sus versiones):

Era esta gente afable y dócil, y sus cantares muy lastimeros a manera de endechas, cortos, y muy sentidos, y oy en día se cantan en lenguage castellano, que mueben a compassión, y enternecen mucho, a quien los oye y aun hacen llorar a mugeres, y personas de coraçon blando, y se tratan de amores ausentes, muertes, y apartamientos (Morales Padrón 1993: 189; 112; 232).

Aunque Abreu (ca. 1590, I, 18) suministra una ambientación con más detalles:

Era la gente deesta ysla muy tríste, de medíana estatura, cantaban â manera de endechas trístes en el tono, y cortas: baylaban en rueda, y en folía yendo los unos contra los otros para delante, y tornando para atras asidos delas manos dando grandes saltos para arríua juntos, y parejos que parecen pegados, vnos con otros, y muchos, y en estos bayles eran sus cantares; los quales, ní los bayles, hasta oy no los an dejado.

Y así cabría citar otros informes que insisten en ese gusto insular por los bailes ligeros y los cantos de tono sentimental, reconocibles todavía en muchas manifestaciones folclóricas actuales, tales como el arrorró (‘mi niño-niño’), el tajaraste (‘pandero’) o el sirinoque (‘baile del gusano’), y otras tan antiguas como las endechas y el baile del canario, que conquistó una gran popularidad en Europa a partir de la segunda mitad del siglo XVI.

Pero, sin duda, la música popular es uno de los ámbitos culturales donde las influencias y mestizajes se han impuesto con mayor abundancia. Así, ingredientes hispánicos, lusos, americanos o sefardíes, por ejemplo, penetraron tras la Conquista y se fundieron con una producción isleña que, en muchos casos, guardaba una estrecha semejanza, y hasta un común origen amazighe, con esas fórmulas importadas.

Fuentes

ABREU GALINDO, Juan de. d. 1676 (ca. 1590). Historia de la Conquista de las Siete Yslas de Gran Canaria. Escrita Por el R. Pe. Fray Juan de Abreu Galíndo, del Orden de el Patríarca San Francísco, hijo de la Provínçía del Andaluçía Año de 1632. [Existe edición moderna realizada por el Dr. A. Cioranescu, publicada en S/C de Tenerife por Goya en 1977].

GÓMEZ ESCUDERO, Pedro. (ca. 1484). Libro segundo prosigue la conquista de Canaria, en F. Morales Padrón (1993: 383-468).

MORALES PADRÓN, Francisco. 1993. Canarias: crónicas de su conquista. Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo Insular (Ínsulas de la Fortuna, 2), 2ª ed.

RECCO, Niccoloso da. 1341. De Canaria et insulis reliquis ultra ispaniam in occeano noviter repertis. Copia de G. Boccaccio (ca. 1342), cuyo manuscrito se guarda en la Biblioteca Nacional de Florencia. [Existe una edición razonablemente buena realizada por Giogio Padoan: «’Ad insulas ultra Hispaniam noviter repertas’: el redescubrimiento de las islas atlánticas (1336-1341), artículo publicado en la revista Syntasis (1992-1993), núm. 30-31, pp. 130-143»].

TORRIANI, Leonardo. 1590. Descrittione et historia del regno de l’isole Canarie gia dette le fortunate con il parere delle loro fortificationi. [Ed. española a cargo del Dr. Cioranescu, S/C de Tenerife: Goya, 1978].

Autor: Ignacio Reyes

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