Nº 18 - Enero 2007
[ISSN 1886-2713] |
:::Anago:::Anago. m. Lz. Vehemente. A los pocos meses de llegar a la isla de Lanzarote, el conquistador normando Bertín de Berneval encabezó un golpe de mano contra los responsables de la expedición, Jean de Béthencourt y Gadifer de La Salle. El relato de este episodio, entre otros hechos y datos curiosos, nos proporciona algunos nombres personales. En las dos versiones de Le Canarien, primera crónica de la conquista europea, se menciona a un isleño que escapó ileso de aquella conjura. El manuscrito fechado en torno a 1420 anota la forma Anago para este antropónimo, pero el datado después de 1494 introduce una pequeña variación: Auago. No es la única divergencia de este tipo que figura en la fuente francesa y tampoco hay motivo para pensar que se trate de otra cosa que simples erratas, aunque sabemos que en la cultura amazighe siempre ha sido corriente que una persona lleve más de un nombre a lo largo de su vida. Sin embargo, llama la atención que esos posibles errores no sólo tengan sentido, sino que, como en este caso, los valores semánticos anden muy próximos. Así, vemos que Anago (anagaw) nos muestra a un ‘hombre que ruge’, mientras que Auago (aggag), nombre con amplia tradición en el mundo amazighe, señala al ‘vehemente’ o, de forma más literal, ‘el trueno’. Autor: Ignacio Reyes |
|||