Nº 18 - Enero 2007
[ISSN 1886-2713] |
:::El Museo Canario:::El Museo Canario, una de las más antiguas y prestigiosas sociedades científicas y culturales del Archipiélago, nació en 1879, en Las Palmas de Gran Canaria, con el objetivo de estudiar «la arqueología, la prehistoria y la historia natural» de las Islas, según reza su folleto informativo. La Institución tuvo su sede en las Casas Consistoriales hasta 1923, fecha en que se trasladó a su actual ubicación, la antigua casa del Dr. Chil y Naranjo, en el histórico barrio de Vegueta. El Dr. Chil y Naranjo había sido el principal promotor del Museo. Tras su muerte, legó sus bienes a la ciudad, incluida su casa, donde, una vez fallecida su esposa, se instalaría la colección. Hoy en día, El Museo Canario centra sus esfuerzos en la conservación, la investigación y la divulgación de su patrimonio arqueológico y documental, convirtiéndose en un referente para todos aquellos que estén interesados en el pasado de las Islas. En sus salas, se exhiben los fondos más destacados de la Colección de Arqueología y Prehistoria de Canarias. Paseando por el Museo, el visitante conocerá cómo vivían los canarios antes de la conquista europea del siglo XV. La sala que inaugura la muestra está dedicada al hábitat de los antiguos pobladores de las Islas. En ella, el visitante puede observar diversos restos arqueológicos y dos interesantes maquetas: en una se reproduce una casa de piedra seca; en la otra, un poblado de cuevas naturales acondicionadas como viviendas y graneros. Seguimos el recorrido pasando por la pequeña sala dedicada a la tecnología lítica, en la que nos acercamos a la piedra, el material con el que los antiguos isleños fabricaban útiles herramientas al no disponer de metales. En la siguiente sala, la dedicada a la actividad económica, encontraremos una reproducción del granero de El Pósito (Temisas), además de diversos materiales relacionados con la agricultura, la ganadería, la pesca, el marisqueo y la recolección. Para finalizar el recorrido por la planta baja del Museo, accederemos a una de sus salas más interesantes, la dedicada al mundo mágico religioso y a la organización social. En esta sala contemplaremos varios modelos de pintaderas e ídolos, pero lo que más destaca es la reproducción de la Cueva Pintada de Gáldar y la de los grabados de la cueva de Los Candiles, cuyo significado todavía desconocemos. Volveremos sobre nuestros pasos para acceder a la planta alta del Museo. En su sala central, disfrutaremos de una muestra de manufacturas en pieles y fibras vegetales efectuadas por los isleños. En las vitrinas se puede observar con qué dominio los antiguos habitantes canarios curtían la piel de cerdos y cabras, o la facilidad con la que trenzaban el junco y la palma. Dos sectores nacen de la misma sala, uno dedicado a la cerámica de Gran Canaria desde la antigüedad hasta nuestros días, y el otro, tal vez el más impactante del Museo, dedicado a las enfermedades, la antropología física y la conservación de los cadáveres. Es aquí donde veremos diversos cuerpos desecados y envueltos en pieles y esteras de junco; más de mil cráneos que dan testimonio de los caracteres antropológicos de la antigua población isleña; y dos maquetas de gran interés: una representa un enterramiento tumular; la otra, una cueva funeraria. El Museo dispone de biblioteca, hemeroteca y archivos históricos especializados en temas canarios, que puede consultar todo aquel que esté interesado en la materia. Además, los visitantes tienen a su disposición una tienda donde encontrarán libros y todo tipo de objetos relacionados con los antiguos pobladores de las Islas.
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