Nº 18 - Enero 2007
[ISSN 1886-2713] |
:::El Bosque Termófilo:::Cotas altitudinales Los bosques de las medianías canarias, o Bosques Termófilos, se extienden entre los 300-500 m.s.m. en la vertiente norte, y los 500-1.000 m.s.m. en el Sur de las islas. Características climáticas La zona en la que se asienta este tipo de vegetación se caracteriza por unas condiciones climáticas intermedias: temperatura media anual que oscila entre los 16 y los 18º C, y precipitación media anual de 500 litros, aunque con escasez de lluvias durante la mitad del año (de primavera a otoño). Tipo de vegetación (mecanismos de adaptación) El bosque termófilo es el piso de transición entre la vegetación costera dominada por los matorrales xerófilos (tabaibal-cardonal) y la zona boscosa del Monteverde (en el Norte) o Pinar (en el Sur). Existen numerosas especies de hojas coriáceas (endurecidas) y raíces bien desarrolladas para la búsqueda del agua. Son abundantes los árboles pequeños, pertenecientes a pocas especies, pero dominan los arbustos. Los suelos están bien desarrollados por lo que las condiciones para el desarrollo de la vegetación son buenas.
Comunidades vegetales (especies características) Aunque este tipo de vegetación está caracterizada sobre todo por la sabina (Juniperus turbinata ssp. canariensis) y el acebuche (Olea cerasiformis), constituyendo Sabinares o Acebuchales, a veces dominan otras especies arbóreas, que dan nombre a otras facies. Así, encontramos: Palmerales, caracterizados por la palmera canaria (Phoenix canariensis); Lentiscales, en los que domina el lentisco (Pistacia lentiscus), que es un arbusto de hoja compuesta; Almacigales, a los que caracteriza el almácigo (Pistacia atlantica). Ocasionalmente, ligados a los cursos de agua dulce, podemos encontrar Sauzales, dominados por el sauce (Salix canariensis). Un árbol emblemático perteneciente a esta franja de vegetación es el drago (Dracaena draco), al que se ha sumado recientemente otra nueva especie encontrada en Gran Canaria (Dracaena tamaranae); en el pasado, el drago llegó a constituir auténticos Dragonales, existiendo en la actualidad pocos ejemplares silvestres y bastante dispersos entre sí. Usos históricos Mayoritariamente, los antiguos asentamientos humanos estaban situados en esta zona, debido a las buenas condiciones ecológicas y climáticas, así como a la existencia de recursos para cubrir las principales necesidades (madera, agua, etc.). Por ello, la mayoría de los antiguos pueblos canarios se situaron en las medianías, siendo muy comunes los topónimos referidos al bosque termófilo, como El Lentiscal, Sabinosa, Sabina Alta, El Draguillo, etc. El crecimiento de la población y la explotación de los recursos ha provocado que ésta sea la formación vegetal más dañada y con menor distribución en la actualidad. Nuestros ancestros emplearon sus especies arbóreas (principalmente palmeras y sabinas) para fabricar herramientas y útiles domésticos, como cucharas, cestos, utensilios de pesca, cordeles y elementos de la vestimenta. También los frutos de la palmera (las támaras) y el acebuche (las acebuchinas) formaron parte de la dieta. Se explotó, así mismo, el potencial medicinal de muchas especies como la sabina, el drago, la palmera o el granadillo (Hypericum canariensis), esta última con valiosas propiedades curativas. También está documentado el uso tintóreo de la sangre de drago y el de otras especies como elementos funerarios (chajascos). Espacios naturales protegidos
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