Nº 18 - Enero 2007
[ISSN 1886-2713] |
:::Interjecciones tenaces:::Salvo alguna expresión muy bien documentada en las fuentes escritas pero ya desusada, queda un curioso surtido de interjecciones que, unas más que otras, todavía se reconocen en el habla corriente. Habría que realizar encuestas sociolingüísticas exhaustivas para determinar su vigencia actual, aunque es seguro que cierto menosprecio esnobista, muy extendido en las últimas décadas, ha restringido la circulación popular de estas manifestaciones tan coloquiales. Claro que, en honor a la verdad, los cambios profundos experimentados en los modos de vida también han contribuido a ese decaimiento. Un fenómeno, sin embargo, alimentado con denuedo por una ideología dominante que potencia la extraversión y recluye la canariedad en el tipismo folclórico macerado por la dictadura franquista. Porque, muy permeable a la presión del poder y las influencias externas, lejos de cultivar una consciencia plena de la formidable riqueza y diversidad de su identidad cultural, la población isleña parece afrontar el futuro inmediato con la misma escasa autoestima social y política que ha signado su historia. Con todo, diversos colectivos se muestran dispuestos a imprimir cierto aliento revitalizador a algunas de las fórmulas más antiguas. Equipos de luchas y juegos autóctonos, por ejemplo, se manejan ya en ese horizonte. hai tu catanaja. interj. GC. ant. Var. ay tu catana, haita haita datana. Expresión de ánimo en el combate, que se dirigían los guerreros entre sí para estimular su arrojo. Una oración exclamativa en su conjunto (xay tu katanah), cuyo primer ingrediente (xay) aporta además una interjección expresiva: ‘¡ea, hombre, aumenta los honores!’. Ahora bien, más difícil resulta aceptar que la forma datana sea otra cosa que una simple corrupción gráfica de catana-ja. No obstante, es cierto que podría tener un sentido propio, bien como locución adverbial o bien como nombre verbal, pero la información que aducen las fuentes no apoya esta opción. achi. exclam. Tf. ant. desus. Expresión de elogio y alegría. Documentada en una frase de alabanza que rindieron los guerreros de Taoro a Benytomo, este ašik o ‘¡viva!’ subsiste en cabilio para indicar: ‘¡qué bonito, afortunado, favorable, feliz, dichoso!’. gama. interj. GC. ant. desus. Basta. Expresión que, repetida, daba por finalizado un combate (ritual, lúdico, etc.). Forma imperativa todavía presente en hablas marroquíes y cabilias, donde extiende su campo semántico hacia el hecho de ‘esforzarse en vano’, ‘rehusar’ o ‘estar colmado’. Muy cerca de esta significación, se ha querido situar alguna vez el enunciado «y jode (el mago)». Por descontado, evoca de inmediato una fórmula de súplica cordial, ihôd (‘se lo ruego’), bien atestiguada en la tãhãggart. Pero la ascendencia indoeuropea del verbo joder, en cualquiera de sus dos acepciones habituales en español, encaja perfectamente con el contexto sociolingüístico del uso isleño de esta manifestación de fastidio. Otras interjecciones también se oyen en el español ibérico o americano, aunque no siempre cae dentro de lo posible concretar el sentido de las eventuales influencias. ¡ajó! interj. Voz que se usa para hacer reír a los niños de pocos meses, al mismo tiempo que se les acaricia en la barbilla. Empleada también en España, pensamos que deriva del substantivo (axo) ‘leche’, perfectamente acreditado en el amazighe insular y continental. ¡ey! interj. Se emplea para llamar la atención a alguien. Conocida en Cuba, acepta una explicación solvente a través de las interjecciones continentales he (‘¡toma, mira!’) y hêy (‘¡eh!’, con el sentido de llamada). ¡fo! interj. expr. Var. ¡fos! Indica asco o desagrado cuando se percibe mal olor. Difundida por Portugal, Galicia, España y América, se suele remontar su etimología a las interjecciones grecolatinas fey, fufae y fu. Sin embargo, los antecedentes amazighes no son menos notorios: effô, effu. Un ámbito de coincidencias que quizá se deba al contacto desarrollado antiguamente por estas tres culturas en el norte de África. ¡gua! interj. Go, LP y Tf. Se emplea para expresar temor, admiración, sorpresa o desdén. Suponemos que su empleo en América se debe a la emigración canaria, pues la exclamación (wah !, awwah !) cuenta con una sólida representación en las hablas del Marruecos central y de Argelia. ¡hao! interj. desus. Var. ¡jao! Voz empleada para llamar a alguien. También fuera de uso en España, es poco probable que tenga un origen distinto del nombre verbal ghaw, que en la lengua amazighe expresa un ‘grito’. Pero todavía disponemos de una media docena de vocablos genuinamente ínsuloamazighes, algunos de los cuales disfrutan de un vigor admirable. chije. m. LP. Var. chis. Golpe de un boliche disparado contra otro. Acreditada en cabilio, se trata de una interjección (šših !) que se grita cuando se obtiene un resultado satisfactorio: ‘¡bien hecho!’. ¡güi! interj. LP. Se emplea para expresar admiración. Otra exclamación (ewîn !) presente con igual sentido en la tãhãggart, que puede traducirse por ‘¡perfecto!’. ¡hati (ahi)! interj. GC. Var. jati (ahi). Voz utilizada para llamar a alguien. ¡Alto ahí! ¡Espere! Como es natural, sólo el primer elemento de esta locución se relaciona con la exclamación hit´, que ya mencionamos para explicar la variante herreña chita. ¡jachi! interj. LP. Voz para animar a los animales de labranza a que aceleren la marcha, que se corresponde con el verbo èhèz (‘darse prisa, apresurarse’). ¡jeles! interj. Go (desus.) y Lz. ant. ¡Corre! ¡Huye! ¡Salta! Voz que usan los pastores para dirigir el ganado. Compuesta del imperativo hel (‘corre, dirígete hacia’) y el adverbio de lugar es, el verbo de esta proposición interjectiva queda perfectamente atestiguado a partir del célebre apóstrofe dirigido por Ibaya a Hernán Peraza cuando éste iba a ser prendido por los alzados gomeros. ¡jucia! interj. GC, LP y Tf. Var. ¡joce!, ¡jocio!, ¡juicia!, ¡jusia!, ¡ucia! Voz empleada para ahuyentar a los animales. Casi siempre invocada para eludir el acoso de las moscas, es la forma imperativa del verbo ‘espantar, alejar, ahuyentar’. tuei. interj. GC. Voz que se usa para llamar al perro. Una expresión muy oportuna, por cuanto este nombre verbal ordena al animal que dé la ‘vuelta’. Ya amasado y horneado este artículo, recibimos de Artenteyfak, un colaborador habitual de nuestro foro, otros dos verbos en situación interjectiva y todavía vigentes en el habla de Gran Canaria. Ambos le fueron facilitados en conversaciones muy recientes con informantes que atestiguan su uso en el cuadrante noroccidental de la Isla; para mayor concreción, las zonas de Juncalillo (Gáldar) y Artenara, en el primer caso, y de Valleseco, en el segundo. ¡güí, jaira! interj. GC. Locución para ordenar a la cabra que se mueva, aunque este imperativo (gguggi), aún presente en la Cabilia argelina, exige del animal un propósito más preciso: ‘agruparse’. pasta. interj. GC. Voz dirigida a la vaca para que el animal permita a su dueño echarle de comer. En realidad, se trata de una expresión tranquilizadora (fast), que le reclama ‘silencio' o 'calma’.
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