Nº 18 - Enero 2007
[ISSN 1886-2713] |
:::Los números guanches:::Los antiguos nombres isleños de los números cardinales han llegado hasta nosotros a través de dos listas incompletas y, en uno de los casos, de forma bastante distorsionada. Pero, pese a todo, los datos parecen apuntar a que fueron recogidos en la isla de Canaria. La mención más antigua corresponde a la información etnográfica que reúne una expedición enviada a Canarias en 1341 por el rey Alfonso IV de Portugal. Aunque la relación se conoce como «lista Recco», por el nombre de uno de sus capitanes (Niccoloso da Recco), el relato del viaje ha pasado a la historia de la mano del famoso escritor Giovanni Bocaccio (1313-1375), que reseña este testimonio en una colección de textos que titula De canaria et insulis reliquis ultra ispaniam in occeano noviter repertis, obra compuesta hacia 1342. El documento, redactado en un latín tempranamente renacentista, dice que «Tienen números como nosotros, y anteponen las unidades a las decenas de este modo»: «Hij autem habent prout nos numeros unitates decinis preponentes hoc modo La otra referencia a los números presenta una autoría más confusa, aunque se le atribuye al soldado toledano Antonio Cedeño [(ca. 1490) 1993: 377]. Y tampoco su contenido está exento de contaminaciones, cualquiera que sea la versión que se utilice. Pero he aquí las cifras de esta serie: «Contaban por numeros deuno hasta dies dicíendo en su lenga [sic] ben .1. Liin 2. amiet 3. arba 4. Canza 5. sumus 6. sat 7. acot 8 [sic]. set 8. acot 9. marago 10. y sobre dies contaban coneluno onçe, venír marago. iparael 12 línir marago hastael 20 Linago. 30 amíago. 40 arbago. 50 Cansago. 60 sumago. 70 satago. 80 setago. 90 acotago. bemaraguín 100 limar [roto] ...in 200 ttª». Las irregularidades más notorias que contiene esta lista se resumen en: (a) la indebida introducción de nombres árabes para los números 4 (‘arba’) y 5 (‘canza’); (b) el consiguiente desplazamiento (forzado) de otros tres (6, 8 y 9); (c) la invención de las decenas del 20 al 90. No obstante, menciona una denominación para las centenas que incluye una correcta forma plural de las decenas (‘wên-marawîn’ y ‘sîn-marawîn’), pero la fórmula final no queda suficientemente acreditada en la lengua amazighe. Esto será suficiente para empezar, pero no olvides que el uso de los numerales siempre toma en consideración el género de la cosa que estamos contando. Así, ‘un cerdo’ se decía ‘wên yilf’, pero ‘cinco ovejas’ se diría ‘simûset n tahatan’. Ahora, practica la pronunciación.
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