Número 6 - Diciembre
[ISSN 1886-2713] |
:::El cofe-cofe:::
Cofe-cofe. m. Planta rastrera anual, abundante en las costas insulares, ocupa ambientes muy secos y terrenos salitrosos poco fértiles. Por eso, florece a partir de abril y desaparece con la llegada de las lluvias del otoño e invierno. Como indica su denominación en latín, Mesembryanthemum nodiflorum, se caracteriza por tener flores (blancas) en los nudos de los tallos. Sus hojas, de forma cilíndrica, en principio presentan un color verde, para luego adquirir una tonalidad purpúrea que las distingue de otra planta del mismo género, la barrilla o Mesembryanthemum crystalinum. No obstante, ambas son designadas habitualmente en Canarias con el nombre de barrilleras. La antigua población amazighe de las Islas ya obtuvo del cosco, vidrio o cofe-cofe, que de las tres maneras se conoce a esta planta en el Archipiélago, dos aplicaciones principales. De una parte, sus semillas fueron empleadas para la elaboración de gofio, sobre todo en períodos de mayor penuria, pues la cebada y el trigo representaban una opción mejor. Y, de otro lado, sus cenizas (que contienen sales alcalinas) sirvieron para producir una especie de jabón. En realidad, ese nombre isleño tan curioso, cofe-cofe (o kufkuf), es una expresión relacionada con el hecho de ‘hacer espuma’. Durante la segunda mitad del siglo XVIII y primeras décadas del XIX, las barrilleras se cultivaron ampliamente en terrenos que no eran adecuados para otros usos agrícolas. La industria química europea demandaba entonces gran cantidad de sosa (hidróxido sódico) para la fabricación de jabón o vidrios, por lo que en Canarias se intensificó esta producción con fines exportadores. Pero, una vez más, la obtención de sosa por medios artificiales hundió el cultivo y, por extensión, una economía que no había desarrollado producciones alternativas. Autor: Ignacio Reyes |
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